PLANIFIQUE EL USO DE SU TARJETA
Semanas atrás hablamos sobre el ahorro y cómo las entidades bancarias pagan intereses por este. Otra gran rama de servicios que ofrecen las entidades financieras es: el crédito, este varía según su uso y sobre todo, la garantía que la persona puede dar de que pagará.
Además de estas variables, usualmente una entidad financiera tomará en cuenta su historial de crédito (qué tan bien ha pagado sus créditos anteriores) el cual se mantiene en una base llamada Centro de información Crediticia (CIC) y que es administrado por la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF).
De todos los créditos disponibles, el más utilizado es en definitiva, la tarjeta de crédito. El cual no es necesariamente un crédito, sino una línea de crédito que se tiene disponible. Hablar de línea de crédito disponible quiere decir que su uso queda abierto, y que cada persona escoge la forma en que la utiliza, en cuanto a cantidad y plazo. Las tarjetas de crédito tienen un interés mensual y según los meses que usted se financie, se le cobrará el interés pactado por cada uno de ellos.
Cuando utilice su tarjeta de crédito, asegúrese de realizar el pago de contado o al menos el pago mínimo, para no quedar en atraso y manchar su historial de crédito. Recuerde, además, revisar los costos que este financiamiento tiene.
Lo más importante a la hora de utilizar su tarjeta de crédito es que lo haga de manera consciente y pensada, no impulsivamente.
Considere los costos y beneficios de realizar la compra: la tarjeta nos puede permitir aprovechar ofertas, resolver emergencias y financiar compras importantes; pero tendrá que pagar un interés por el plazo al que se financie, entre más grande sea el plazo, más pagará por concepto de intereses. Debe pensar estas variables antes de tomar su decisión.
Las tarjetas de crédito tienen un interés alto ya que la entidad financiera las otorgan sin ninguna garantía real, se da bajo su promesa de pago. A diferencia, por ejemplo, de un crédito hipotecario donde una casa responde por el crédito, acá es su palabra. Para compensar este riesgo, la tasa es más alta.
Recuerde que la tarjeta, así como el crédito, en general, es una herramienta que bien utilizada puede traerle muchos beneficios, pero mal utilizada puede traer también dolores de cabeza.
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